Cinco horas
de maquillaje nos esperan cada día antes de comenzar el desfile.
El trabajo
es laborioso, Julia y su equipo maquillan las caras mientras nosotros nos
encargamos del cuerpo, procurando que quede lo más uniforme posible, después ,el
intenso calor y el sudor se encargan de estropearlo.
Todos los días 5 lo mismo,
menos mal que luego todas juntas y desfilando los defectos se suavizan.
Son horas
de nervios, dudas, incluso de preocupación porque todo salga bien, pero que no
cambio por nada del mundo. Cuando acabamos y vemos el resultado la alegría es
inmensa.
Creo que son los momentos que más me gustan del día 5 junto con la
llegada a la salida y los primeros sones de la banda.
Definitivamente
el día 5 es especial.
Este año
,como siempre, el maquillaje era de estilo étnico, en color azul como los tonos
del vestido y detalles en color hueso.
Julia
Carpio y su equipo volvieron a hacer un
trabajo estupendo, aunque este año era complicado que el maquillaje no se
corriera, tuvimos que soportar unas temperaturas muy altas para estas fechas, y
lógicamente el sudor hizo estragos , en unas más que en otras.
A pesar de eso
el conjunto era espectacular.
Aquí os
dejo algunas fotos del momento.
Ahora toca
vestirse, ayudándonos unas a otras, acoplando y sujetando bien el gorro y
dispuestas para ir a la salida.
Ahora si,
La Entrada está a punto de empezar.
Y el día 6
vuelta a empezar. Eso sí con más tranquilidad, menos nervios y mucho menos
calor.
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